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No es un cuento de ciencia ficción, es Traslasierra

Nota de opinión.

Si hace un año les decía que iban a tener que cerrar sus locales, dejar de mandar sus niños al colegio, confinarse dentro de sus casas, pedir autorización para salir y pasar un año en pausa; más de uno me hubiese dicho: "deja de mirar películas".

Creo que nadie se esperaba está situación, ni los estudiosos del siglo XX que saben de la gripe española. Hasta las tarotistas más famosas del país pronosticaron cualquier verdura.

Si un viajero del tiempo te añadía el uso de mascarillas, la desinfección, crisis económica, suicidios, femicidios, consumo de alcohol y ansiolíticos; hubieses pensando: y sí, un loco.

Quizás si ese mismo viajero te contaba: la clase política no se podrá de acuerdo. Lo más visto en la televisión será la extensión mes a mes de la cuarentena y la clase dirigente no perderá privilegios, mientras el privado se funde; quizás te hubieses asustado.

Si te decía que en Traslasierra en 40% de los comercios cerraban, que el miedo copaba las calles y la gente se atemorizaba; no me ibas a creer.

Pero fue lo que sucedió: gente encerrada, mascarillas, suicidios, empresas fundidas, propagandas estridentes hablando de que venía un virus; como una sirena que se presagia que llegan los bomberos en una guerra.

El miedo es una excelente estrategia de control social. Básicamente te diré: hazme caso o te vas a morir. Así comienzan el totalitarismo. Primero te quitan la esperanza, te ponen en una posición en la que no sabes que pasará mañana y te dicen que si no haces casos tu vida está en riesgo.

 No soy un "anticuarentena", soy más bien alguien empático. Pienso en quienes perdieron su trabajo, en los niños que dejaron de ir al colegio, en los que se volcaron al alcohol, los que tomaron decisiones drásticas, las víctimas de la inseguridad, los que ya no duermen de noche, los que por falta de controles murieron por causas evitables, el 40% de pobres, el 59% de los niños en situación de vulnerabilidad y los 8 de cada 10 jóvenes con algún síntoma depresivo. ¿Alguien piensa en las graves consecuencias a futuro de esto? ¿Quién contará los muertos de las malas gestiones?

Algunos me dirán: salvamos vidas. Los invito a que busquen los países top por muertos cada 1.000.000 de habitantes.

No niego las buenas intenciones de muchos. Pero si reniego del ego del político ubicado en una torre de marfil que no escuchó al pueblo.

Cuando en Villa Dolores era zona blanca era un logro de los políticos provinciales, cuando llegaron los casos fue culpa de la ciudadanía. Si una pandemia no los sensibilizó, no sé que podrá hacerlo.

El Concejo Deliberante recién esta semana se enteró que la situación está difícil, por eso hicieron una ordenanza con nombre y apellido para alguien que perdió el trabajo. Pobres aquellos NN que ya no saben que hacer para vivir, pero son invisibles para la clase política.

Y sí, alguno me dirá "somos conscientes de la situación". Mi pregunta: ¿actúan en consecuencia? Hay funcionarios de primera, y otros que se preocupan más por la huerta personal que por el pueblo. Nombres no daré, porque como bien dice el dicho: al que le quepa el poncho que se lo ponga.

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