Editoriales

Norma Morandini: "Es importante reflexionar sobre el pasado sin ideologizarlo"

La escritora reflexionó sobre el duelo, la memoria y el sentido del sacrificio, destacando la importancia de despedir a los muertos

La periodista e intelectual cordobesa Norma Morandini presentará su último libro, "Decir adiós", un ensayo que invita a reflexionar sobre la muerte, los rituales de despedida y la manera en que las sociedades enfrentan la pérdida de sus miembros más vulnerables. La obra aborda tanto la dimensión personal como la colectiva del duelo, y propone una mirada profunda sobre la memoria histórica de la Argentina.

He leído con mucho interés tu libro Decir adiós. ¿Cómo lo definirías?

Casi todo lo que yo escribo son ensayos, ensayar una mirada. Este libro es un ensayo, una reflexión. Fui cuidadosa en elegir el título: si le hubiera puesto uno más literal, habría sido Muertos y Sepultos, pero ese título alejaría a los lectores. Decir adiós refleja el acto de despedirse, de darle sentido a lo que uno comparte de manera solitaria.

En la página 36 planteas: “¿Tienen paz nuestros muertos?” ¿A qué te referís con esto?

Me refiero a los muertos que no pudimos enterrar, como los presos desaparecidos, los asesinados por la guerrilla, los jóvenes muertos en Malvinas, las víctimas de atentados como la AMIA o la embajada de Israel, los fallecidos en el 11 de septiembre y los últimos muertos por COVID sin despedida. No fueron víctimas de catástrofes naturales o accidentes, sino de la acción deliberada de otros o de la negligencia de funcionarios.

También abordás la perspectiva de los familiares y amigos que no pudieron despedirse...

Exactamente. El duelo es el consuelo, la manera de compartir el dolor sin palabras. Tenemos demasiados muertos insepultos, y hay una ausencia de ritual compartido en nuestra sociedad. Por ejemplo, con el COVID estuve aislada en Madrid y eso me permitió reflexionar profundamente sobre mis hermanos desaparecidos y el pasado trágico.

Hablemos de tu experiencia personal. ¿Cómo influyó tu historia familiar en tu reflexión sobre la muerte y el duelo?

Mis hermanos, Néstor y Cristina, fueron desaparecidos durante la dictadura. Mi madre fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo. El exilio no me impidió reflexionar y escribir sobre esto. En Decir adiós, destaco a quienes eligen vivir su calvario en silencio y darle sentido a su sufrimiento para que otros no pasen por lo mismo.

¿Cómo vinculás esta reflexión con tu trabajo como periodista y legisladora?

Agradezco haber sido protegida por la vida para poder dar sentido al sacrificio ajeno y propio. Cubrí el juicio de las juntas para el diario O Globo y fui testigo de los relatos que incluían indirectamente a mis hermanos. Esto me permitió escribir con precisión y dar un sentido colectivo a la memoria y al dolor.

Destacás la importancia de no quedarse atada al dolor. ¿Podrías explicar eso?

El sentido del sacrificio es trabajar por otros. La verdadera reparación no está en el martirologio personal, sino en transformar el dolor en acción que evite que otros sufran lo mismo. Mi madre y otras personas ejemplifican esto: convierten el dolor en legado y servicio.

¿Escribir para vos tiene un efecto terapéutico?

Sí, escribir ayuda a entender y a procesar el dolor. Uno escribe para sanar, aunque no siempre es bien comprendido. Mi libro sobre la culpa y el perdón fue malinterpretado por algunos organismos de derechos humanos, pero nunca me detuve en tribunales de conciencia.

¿Qué reflexión final querés dejar sobre Decir adiós y la memoria histórica?

El libro trata de dar sentido al sacrificio, humanizar a las víctimas y evitar la ideologización de los derechos humanos. Es importante reflexionar sobre el pasado trágico sin absolver ni condenar a nadie, pero trabajando para que nunca más se repitan hechos de violencia y negligencia.

Para cerrar, ¿podrías recomendarnos un libro que te haya impactado?

Sí, Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar. Es una obra monumental, de novela histórica, con profundas reflexiones sobre el poder, la salud y la condición humana.

Gracias, Norma. Recomiendo a los oyentes leer Decir adiós, un libro valiente e intenso que nos interpela sobre nuestra incapacidad de despedir a los muertos y la necesidad de ritualizar el duelo.

 

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