
El 2019 fue un año “polÃtico†en Villa Dolores, en el sentido institucional, ya que hubo elecciones para intendente, miembros del concejo deliberante y tribunal de cuentas. Si algo marcó aquel tiempo electoral, fue la lucha del peronismo por volver a recuperar el ejecutivo, algo que no puede hacer desde la última intendencia de Héctor Zani.
El justicialismo (o gran parte de el) se aglutino atrás de la figura del legislador, Oscar González, mientras que del otro lado aparecÃa Gloria Pereyra buscando su reelección. Por un lado, González presentaba a Cristina Vidal, como la oponente principal, mientras que desarrollaban una campaña elevada en presupuesto y en gestos simbólicos, llegando a traer hasta el propio gobernador provincial a apoyar la candidatura de Vidal.
Las agresiones polÃticas fueron de un lado hacia al otro, Gloria Pereyra fue acusada de haber sido intendente gracias a su padre (el cuatro veces intendente local, Juan Pereyra), haber pasado por varios colores ideológicos y no haber realizado ninguna obra de gran envergadura. Mientras que la respuesta para Vidal fue la de tener una campaña millonaria, “manejar una municipalidad paralela†y ser operada en forma directa por González; persona sobre la que recayeron diversas crÃticas: ser un patrón de estancia, prometer siempre un hospital de alta complejidad, creer que todo se puede comprar y varias cosas más...
El resto de los partidos, quedaron eclipsados ocupando un rol secundario, ya que el 91% de los votos se lo termino llevando la polarización: Pereyra – Vidal. El escrutinio terminó con Pereyra ganado con una ajustada victoria, algo que dejo al justicialismo con un sabor a derrota. Si bien recalcaron haber tenido una excelente elección, la verdad es que jugaron para ganar, no para quedar segundos.
Terminada la elección los golpes bajos siguieron de un lado y del otro. Quizás el momento fatÃdico para Pereyra llegó cuando en una obra pública murieron dos operarios, cosa que hizo que algunos sectores del justicialismo la tilden de “asesinaâ€. Gloria podrá ser muchas cosas, tanto buenas como malas, pero no una asesina; es más que claro que desde lo jurÃdico no existe un nexo para que el hecho sea calificado de homicidio doloso, y quizás calificarlo como culposo sea una tarea bastante ardua. También hay que destacar que algunos asesores de la intendente dejan mucho que desear. Pero bueno, cuando se busca condenar las pruebas pueden sobrar.
Por un momento esa grieta de peperina pareció haberse terminado, el legislador se acercaba a Gloria en algunos actos, mantenÃan una relación institucional cordial y los tonos con los cuales se referÃan el uno al otro habÃan dejado ser bajo terminologÃa peyorativa. Sin embargo, la situación duro poco.
El efecto pandemia pareció que unió a todos, mientras que por momentos el legislador provincial dejo de aparecer y cuando lo hizo dejo mucho que hablar; sÃ, fue cuando se mostró autoritario y agresivo con la prensa. Vidal sigo con el Centro de Promoción Social, esta vez manejando el área de acción social del COE, y si acompañada por otros justicialistas, como Juan Uez. Fue en esa etapa en el que el COE tenÃa más peso que la municipalidad, parecÃa que vivÃamos en una suerte de COEcracia. Fue algo asà como una segunda oportunidad para los justicialistas perdedores de contiendas electorales. Claro, todo se les desmorono como castillo de naipes cuando apareció el primer gran brote de la provincia en Villa Dolores.
Ahà algunos se guardaron y otros intentaron mostrarse como héroes frente al coronavirus. Cuando paso el brote aparecieron con criticar revividas contra la administración municipal. Gloria volvió a ser una asesina, ellos hubiesen hecho todo mejor y comenzaron a preocuparse por la economÃa. González hizo su reaparición luego de un tiempo en silencio, con el apoyo de la provincia.
Mientras que el ejecutivo no se quedó atrás: Pereyra salió a decir que ella no era ninguna asesina, y que todo fue una maniobra de los que no habÃan aceptado su derrota. Rivarola cuestiono como se dieron los cheques de apoyo económico. Mientras que, en el dÃa del maestro, la secretaria de gobierno Carolina Stumpf, no reparó en criticar el ajuste realizado a los docentes provinciales. Y sÃ, fue un golpe al legislador local, ya que votó a favor de la medida e inclusive la defendió.
La cuestión es que en el medio de estos conflictos queda la empobrecida Villa Dolores. Que siempre ve desfilar los mismos apellidos por los municipios, el hijo de, nieto de y asà sucesivamente; mientras que parece ser que el único lugar para conseguir empleos “estables†es el público o tener alguna empresa privada beneficiada de ciertos favores del sector público.