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La estrategia de Rébora es más discriminatoria que sanitaria

Articulo de opinión.

El intendente Enrique Rébora de Villa de las Rosas decidió que su municipio pase a fase 4, abriendo bares y restaurantes para el público. Pero hizo una aclaración: no podrán ingresar gente de Villa Dolores, Villa Sarmiento y San Pedro.

Hasta aquí parece que el intendente plantea una estrategia burbuja que consiste en aislar a las zonas blancas y evitar el cruce entre personas con zonas rojas. Este tipos de estrategias emplea Alemania o China, por citar algunos ejemplos.

Lo que pasa con el caso de las estrategias burbujas es que hay que tener prácticamente todo en la localidad que se va a cerrar. Es decir, atención sanitaria, supermercados, bancos, dependencias públicas, etc. Obviamente Villa de las Rosas no cuenta con todas estas dependencias. Por tal motivo, cuando la intendente de Villa Dolores, Gloria Pereyra, impuso rigurosos controles para la gente de localidades vecinas no faltaron las voces de critica contra la mandataria.

Aquí el esquema es peor, ya que no se deja ingresar a nadie; el caso de Villa Dolores fue imponer controles que eran tan estrictos que rozaban lo absurdo en determinados momentos. En ese momento Pereyra se convirtió para muchos en una paría, curiosamente, varios de los que criticaron las medidas adoptadas por el ejecutivo de Villa Dolores guardan silencio frente a la medida de Rébora. Por lo tanto la pregunta sería: ¿criticaban una política sanitaria o solamente fue una excusa para pegarle a Pereyra?

Hasta aquí querido lector usted podría pensar: “está perfecto, cuida a su pueblo”. Pero la realidad es que no es así, simplemente es una medida discriminatoria, demagógica y que se encuentra lejos de brindar un cuidado.

¿Por qué? La razón es que los trabajadores públicos y privados que vivan en Villa de las Rosas y trabajen en Villa Dolores podrán seguir viniendo. La solución que propone el intendente de la vecina localidad es un hisopado una vez a la semana para los públicos y un test sanguíneo para los privados. En esa semana, si el trabajador se contagia podría infectar a los vecinos de Villa de las Rosas, ya que al cuarto día de ingresado el virus al organismo ya puede contagiar (incluso algunas investigaciones señal lapsos menores).

En relación al test sanguíneo (o serológico) tiene un periodo ventana, lo que significa que puede que la persona ya este infectada y le de negativo. Por lo tanto esa persona también podrá contagiar.

En el caso de los trabajadores de salud podrán ir a prestar servicio y luego marcharse. Que estén menos horas en el pueblo no hará que no contagien, bastan solamente unas gotas de Flügge para contagiar. Son las que despedimos cuando hablamos o tosemos, por ejemplo.

Este tipo de medidas pueden ser socialmente peligrosas, ya que generan una sensación de falsa sensación de seguridad en determinados sectores de la población y hacen que bajen la guardia contra la enfermedad.

En síntesis: el virus ingresa por la gente. No importa de qué localidad sean. No se puede plantear una estrategia burbuja (si es lo que aquí quisieron hacer) cuando tu población se traslada todos los días a una zona roja. Por tal motivo desde el 2001 formamos un área urbana para el INDEC.

De aquí la importancia de pensar estrategias en conjunto entre los diversos actores políticos, para esto hay espacios como la comunidad regional, el diálogo es la mejor herramienta para enfrentar en forma eficiente el virus.

Lógicamente Villa Dolores tenía altas chances de convertirse en foco del coronavirus, ya que es la única ciudad de los cuatro departamentos y es zona de transito para más de 100.000 personas.

No se puede pasar huyendo de un virus todo el tiempo. Lo que hay que hacer son políticas públicas para minimizar su impacto. Pero las medidas que dividen o discriminan poco sirven. Parece que para Rébora no le fue suficiente con haber segregado al personal de salud, y ahora va por poblaciones enteras.

Lo invito humildemente a que piense un poco sus políticas. Quién escribe estas líneas se molesto mucho cuando el municipio de Villa Dolores impuso controles tan estrictos. Creo que todos somos hermanos, y por mi parte no pediría como hacen algunos, “que tampoco entren los de Villa de las Rosas”; por el contrario, vengan.

Todos hablamos de Brochero, pero pensemos: ¿cómo hubiese actuado el Cura Gaucho? Él fue a atender a los leprosos cuando todos huían. No basta con compartir las imágenes de Brochero, debemos ser como él. Tomemos su ejemplo de solidaridad.

Ya que casi todos los mandatarios juran sobre la Biblia es bueno recordar a Mateo 25,31-16

«Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me disteis de comer, sediento y me disteis de beber, era forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, encarcelado y fuisteis a verme».


La opinión refleja la mirada personal de su autor, no siendo necesariamente una línea editorial o compartida por el resto de los trabajadores de Radio Stylo.

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