Siento que hay una enorme discriminación hacia las personas que tienen coronavirus.

No debemos caer en una caza de brujas. Cualquiera puede enfermarse, hasta el momento nadie es inmune. Sin dudas, algunos incumplieron ciertas normativas. Pero eso no da el derecho de incendiarios.

Vivo en Villa Dolores, trabajo en un rubro esencial y tengo contacto con posibles casos, pero eso no me convierte en un peligro para la sociedad. Tomó todas las medidas de bioseguridad necesarias. Me tomo la temperatura, y reviso no tener ningún síntoma. 

Por supuesto, tenemos el tercer brote más grande de la provincia de Córdoba, pero no todos estamos infectados. Es un porcentaje bajo te tomando el total de habitantes.

Hay gente que toma y conduce, ellos también son dañinos. Pero la viveza criolla parece que los premiará, algunas veces por lo menos.

En el caso de contraer el virus me aislaría como todo el mundo. Seguiría haciendo mi vida bajo la virtualidad en el modo más normal posible, según lo permita la enfermedad.

El texto es de un trabajador de prensa.